Nokia ha implantado el sistema RFID para controlar sus equipos de seguridad y seguirles la pista durante su inspección en edificios, zonas de aparcamiento y lugares comunes. Nokia se asegura así que cada guarda revisa las aplicaciones todas las instalaciones que le son designadas. Cada agente de seguridad lleva un móvil con apariencia idéntica a cualquier otro pero con una etiqueta RFID de 12.56 MHz y un lector de RFID externo en el auricular.
El teléfono se conecta durante los turnos de trabajo abriendo el auricular de para leer las etiquetas
RFID. Cuando el auricular está cerrado, el lector captura la etiqueta del teléfono y a través de la red de móviles de
Nokia, transmite al software Web, llamado Service Manager, su número junto con otros números que ha leído recientemente. Los supervisores de turno pueden así saber a qué hora empezó y acabó su turno el guarda de seguridad y si ha revisado las instalaciones requeridas.
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