La Universidad de Parma (Italia) ha liderado un proyecto piloto para estudiar cómo se mantiene la temperatura de la cadena de frío en las cerezas desde que se empaqueta la producción en su origen hasta que llega a la tiendas utilizando tecnología de RFID. Este estudio responde a la necesidad de las compañías logísticas y distribuidores de alimentación de documentar a clientes y autoridades las condiciones de almacenamiento de sus productos.
El proyecto, que contó con la participación del productor de fruta fresca
Apo Conerpo y al retailer
Conad, se llevó a cabo en julio coincidiendo con la recogida de cerezas en Italia. Durante un mes, se etiquetaron aproximadamente 120 contenedores reutilizables de plástico con sensores de temperatura RFID activos que se desactivaban al llegar a las tiendas. El estudio demostró los fallos existentes en la cadena de suministro, como cuellos de botella.
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