El Gobierno Federal de México invertirá unos de US$ 2,6 millones en medidas de seguridad para el penal de Huimanguillo que abrirá a mediados de 2010. El inmueble contará con un sofisticado control de acceso a sus instalaciones mediante biometría, cámaras con sensores de movimiento, y será convertido en un penal de alta seguridad.
El penal contará con circuito cerrado de televisión distribuido por todo el penal para vigilar no sólo a reos sino al personal administrativo y operativo, pero incluso el sistema tendrá presencia en el perímetro del penal por lo que se vigilara afuera del penal también, durante las 24 horas del día. El control de acceso será mediante biometría, sistema que no sólo identificará las huellas dactilares, sino que se utilizará un sistema para detectar pequeñas venas de la palma de la mano.
La comunicación electrónica de los custodios será con radiocomunicadores con un sistema de alarma a través líquido de mercurio. Este se activará cuando el custodio estuviera en el suelo.