Un taxista avilesino será el primero de Asturias en contar con videovigilancia en su coche. El encargado de la instalación es Rubén Bello, un emprendedor local con sede en La Curtidora que en noviembre del pasado año puso en marcha la firma Veonet.
"La primera prueba piloto de videovigilancia de taxis en Asturias será en uno de Avilés", explicó el gerente de Veonet. El sistema lo integran una cámara de infrarrojos (para captar también imágenes en la oscuridad) que se instala en el retrovisor y un disco duro portátil grabador, oculto en el maletero del taxi y cerrado bajo llave. El dispositivo de almacenamiento es capaz de registrar todo lo que ocurre en el interior del vehículo durante más de tres semanas. Sólo el taxista puede abrir esa caja. Se trata de un arma disuasoria muy importante ya que el posible delincuente se percata de que está siendo grabado y teme que esas imágenes sirvan después para su identificación por parte de la Policía.