El FBI determinó que defraudadores están comprometiendo cuentas bancarias de víctima y se contactó con las instituciones financieras para cambiar la información del perfil de las víctimas (es decir, direcciones de correo electrónico, números de teléfono y números de cuentas bancarias).
Los ataques TDoS (telecommunications denial-of-service) automatizados utilizan programas de marcación y varias cuentas para abrumar a los teléfonos celulares de las víctimas y líneas de tierra, con miles de llamadas. Cuando la víctima responde a las llamadas escucha una llamada muerta (nada en el otro extremo), un mensaje sin riesgo, un anuncio o un menú telefónico de sexo. Las llamadas son por lo general de corta duración pero tan numerosas que las víctimas cambian sus números de teléfono para terminar el ataque.
Estos ataques fueron utilizados como una distracción para evitar que las instituciones financieras pudieran verificar los cambios en las cuentas de la víctimas y las transacciones. Así, los estafadores logran el tiempo necesario para transferir fondos de la víctima.