La colocación de dispositivos de protección hogareños siempre estuvo reservada a profesionales. Pero ahora, en EEUU, surgen una gran cantidad de equipos bien sencillos, que aprovechando las tecnologías sin cables y precios accesibles, están formando una tendencia: la instalación por el mismo consumidor final.
Se trata de de sistemas de seguridad para el hogar que prometen poder instalarse con facilidad y sin ayuda profesional, lo que reduce el costo de los sistemas de alarma tradicionales al aprovechar tecnologías como la conectividad inalámbrica y los sensores a batería. Algunos de esos sistemas hasta permiten monitorear la propia casa por medio de un navegador de Internet en una computadora o un teléfono inteligente.