Acronis, proveedor de soluciones de copia de seguridad y recuperación de desastres para entornos físicos, virtuales y en Cloud, presentó el primer Índice global de recuperación de desastres, un barómetro que mide la confianza de los directores de TI en sus operaciones de copia de seguridad y recuperación de desastres (DR).
Esta encuesta entre más de 3.000 pequeñas y medianas empresas (pymes), realizada por el Ponemon Group, reveló que, aunque las actitudes hacia la copia de seguridad y la recuperación varían enormemente en distintas regiones del mundo, en todas partes las empresas quieren una única solución de copia de seguridad y recuperación para entornos físicos, virtuales y Cloud. La inmensa mayoría de directores de TI (68%) señala que su mayor desafío en un entorno híbrido consiste en mover datos entre estos tres entornos. No obstante, la empresa media utiliza actualmente al menos dos o tres soluciones distintas de copia de seguridad, lo que complica aún más la recuperación de desastres.
Con puntuaciones negativas, los países del sur de Europa están muy por debajo de sus colegas europeos de Alemania, Holanda y Suiza. Mientras que todas las empresas del mundo, incluidas las del sur de Europa, admiten que la protección de datos es una de sus prioridades, las empresas de esta región dan una prioridad baja a la copia de seguridad y recuperación de datos. El 44% de los encuestados reconoce tener un presupuesto ridículo de gasto en copia de seguridad o recuperación de desastres, se trata del porcentaje más bajo del presupuesto de TI (5%) de todos los países incluidos en la encuesta. Las empresas del sur de Europa son también las que cuentan con menor confianza por parte de sus consejos de dirección (37%).
El escaso presupuesto de TI, combinado con la falta de apoyo de los ejecutivos de sus empresas, dan a las empresas del sur de Europa una base exigua y escasa confianza en la integridad y fiabilidad de sus sistemas de copia de seguridad y DR. Además, estos países tienen el personal menos cualificado (30%) y se encuentran entre los que tienen más probabilidades de sufrir períodos de inactividad sustanciales en caso de una incidencia grave (66%). Declaran tener unos de los niveles más bajos en recursos (27%), tecnologías (32%) y controles y procedimientos (37%) y las políticas peor documentadas (37%).