El estadio de Boca Juniors, en la ciudad de Buenos Aires, cuenta con su propio sistema de videovigilancia compuesto por 125 molinetes monitoreados desde un Centro de Cómputos, que cuenta con dos servidores en clustering; un sistema de energía ininterrumpida con UPS y generador inteligente; 10 técnicos que verifican cualquier falla en los accesos a las puertas del estadio y 80 cámaras de seguridad. Actualmente, se trabaja en la implementación de un sistema de control perimetral llamado PDA.
Martín Mendiguren, gerente de Sistemas de Boca Juniors, contó que semanalmente se hace un mantenimiento de todos los molinetes. Cada uno cuenta con una placa que lee la tarjeta magnética del socio a través de tecnología mifare, hace una consulta con el servidor, y si le da el ok, la persona pasa. “Todo el proceso de verificación dura 20 milisegundos”, señaló.
Asimismo, en el Centro de Cómputos poseen un sistema para consultas, por si se producen anomalías en las puertas. “Si falla algún ticket o carnet nosotros les podemos decir al control del acceso cuál es el problema, e intentar solucionarlo”, sostuvo el ejecutivo.
El estadio tiene tres playas de estacionamiento sistematizadas, que funcionan con la misma tecnología que los molinetes, a través de una tarjeta mifare que se apoya en la columna y la lee. Además, se puede acceder a una conexión WiFi desde cualquier parte del club, y poseen generadores propios para eventuales cortes en la iluminación.
Actualmente, el área de Tecnología está trabajando en la implementación de un sistema de control perimetral llamado PDA. Se trata de unas pockets que permite que la función del molinete sea inalámbrica. El socio que llegue tarde al partido, podrá apoyar su carnet en el equipo y pasar automáticamente.