Miembros del Congreso de EE.UU pidieron a la Oficina de Responsabilidad del Gobierno investigar si los dispositivos médicos que emplean la tecnología inalámbrica son seguros, ya que el hecho de que puedan ser controlados por los médicos de manera remota, los hace vulnerables a los hackers. En tanto, médicos de la Universidad de Minnesota, en EE.UU, señalaron que si bien la amenaza actual es muy pequeña, en un futuro cercano se podría convertir en un problema real serio.
Muchos de los dispositivos son tan sofisticados que los profesionales de la salud pueden programarlos y controlarlos de forma remota, a través de pequeñas computadoras integradas que transmiten la información de la salud del paciente. Pero esto podría convertirse en un riesgo.
Aunque las empresas fabricantes, reguladores, médicos y otros expertos dicen que la perspectiva de que los dispositivos sean hackeados es infinitesimal, lo cierto es que no es imposible.