Una encuesta realizada por Check Point revela que los hackers ya no centran sus ataques en el consumidor como tal, sino en aquellos consumidores que compran o navegan desde su puesto de trabajo. Según la encuenta, casi la mitad de las empresas admiten haber sido víctimas de ataques de “ingeniería social” más de 25 veces en los últimos dos años.
Así las cosas, este nuevo modo de ciber-fraude se centra en las redes sociales. Los hackers crean perfiles falsos para suplantar marcas y empresas conocidas y convencer a los consumidores para hacer click en sus contenidos. Una vez que el empleado hace click en uno de estos enlaces maliciosos desde su ordenador, toda su empresa puede verse comprometida.