Analistas y expertos estadounidenses en seguridad cibernética revelaron que 12 grupos chinos, con el apoyo o la dirección de las autoridades de Beijing, efectúan la mayoría de ataques informáticos originados en China contra Estados Unidos para robar información crítica a compañías y organismos gubernamentales.
Los ataques resultan en el robo de propiedad intelectual e información que vale miles de millones de dólares y a menudo tienen características distintivas que permiten a las autoridades estadounidenses vincularlos con ciertos equipos especializados en ciberpiratería.